¿Caos?

Los americanos  no existirían para el asiático, ni el africano ni el europeo; pero, pudimos crear civilizaciones de desconocidos con el mejor orden social y galáctico de todo el territorio habitado por el hombre común, desde hace miles de años atrás. Parecían sobrehumanas las mentes antiguas si las estuviéramos reflejando en el presente actual…

Por qué ahora que nos miramos la frente y los ojos… ¿No hay orden; ni hay sociedad; ni supervivientes? Antes que no se sabía con certeza del semejante a la distancia, ni se podía ver la nuca del de enfrente era correcta y normal la ignorancia en la era de las cavernas. Pero ahora que los mapas generan localización vía satélite, simplemente no hay razón por la cual se mire a las orejas del humano en lugar de mirar a los ojos cuando todos sabemos en donde estamos parados.

Si nos ponemos a pensar filosófica y profundamente, pero sin sentido; el Internet revolucionó la industria de tal manera que nuestra especie no ha logrado adaptarse a su entorno debido a las infinitas posibilidades de adaptación que ahora tiene frente a sí mismos. Seguimos pensando que el hogar que tenemos aquí en la tierra, no el hogar nato del sapiens… Nos arrastramos en el suelo cual serpientes, pero creyendo que somos pájaros y tenemos alas para volar. ¿Por qué la cabeza humana no da para pensar más? Acaso, los más de 7 billones de habitantes (actualmente casi 8)… ¿Serán muy complicados de comandar?...

Los bruscos cambios de pensamiento y el fácil acceso a la información; han hecho que las mentes humanas reciban colapsos de interés, donde se puede perder hasta la identidad individual intentando generar una mente colectiva. Ese colectivismo por el semejante ha sido puesto con el fin de seguir espejismos o filosofías creadas básicamente por egos bien formados en su principio pero que después de un tiempo se encuentran vagando por la vida sin principios ni valores propios; el acarreo de personalidades es evidente cuando una persona posee distintas creencias mismas que llevan a un estilo de vida entorno a pensamientos ajenos a los individuales, evitando la confrontación con el sigo mismo y, por ende una tremenda confusión de identidad. Lastimosamente, la era de la captación informática colectiva puede marginar poblaciones completas y lo está haciendo ya desde hace varias décadas. Las identidades de sus participantes son tan variables que se vuelven presas del propio sistema en el que se han metido y, sin darse cuenta, se convierten en un peldaño más en la construcción de una sociedad mediocre en pensamientos individuales y voluntades propias.

Involuntariamente, los altos mandos han diseñado estrategias que se llevan muy bien con la mediocridad y con la abundancia de información puesta totalmente accesible y "libremente elegida". Ellos saben que una mente sin dueño es el target perfecto para el consumismo selectivo de información y, también saben de qué manera conducir el consumismo masivo a objetivos que penosamente se tornan en maquiavelismos andantes. Además de que el rebaño toma las decisiones y el objetivo de los altos está puesto para la toma de decisiones “democráticas” y las masas en consecuencia; no saben que todo esto implique saqueos de riquezas, disminución del oportunismo y éxito social y peor aún; el seguir caminando teniendo alas para poder volar. 

La vida pre-intelectual era salvaje, instintiva y caótica (pero ordenada e inofensiva con su entorno) desde antes que se creara la primera herramienta para “simplificar nuestra vida”; inclusive, antes de que nos categorizáramos a nosotros mismos como 《especie viva》., La vida, antes de que se le haya dado nombre a la vida;  éramos unos animales más: caminando en manadas y evitando depredadores naturales y no naturales. Si bien es cierto lo que dicen por ahí… “El hambre es cabrona…” no se mataba por matar, se mataba por comer. Si ahora el arte culinario tiene grandes notas de complejidad; imaginemos cómo pudo haber sido antes que no se sabía que comer, a qué temperatura comerlo y sobre todo: qué condimento ponerle para que tenga la sazón de la abuela Conchita (que tanto nos gusta y tanto buscamos en las cenadurías). 

Ahora exigimos una buena sazón, una buena cocción y sobre todo una buena relación calidad-precio de los productos que procesa nuestro epitelio gastrointestinal, debido a la inmensa información que se tiene acerca de la comida, del procesamiento alimenticio y desgraciadamente, de la industria alimentaria.

Por alguna razón la humanidad ha llegado hasta los tipos actuales, con pensamientos posmodernos y contemporáneamente accesibles y sólo han bastado 50 años para comenzar la destrucción de algo que es más grande que nosotros porque creemos que ya lo conocemos; sólo por querer devorar el salvajismo arte culinario en lugar de solamente intentar alimentarnos por instinto, como en los viejos tiempos. La naturaleza y todo lo que viene con ella (incluyéndonos) nos está prestando su espacio para poder sobrevivir, y, sin embargo (maldita accesibilidad infinita a la información) nosotros los humanos creemos ser dueños de todo lo que habita en ella (incluyéndonos). Ni comemos, ni nos alimentamos. Sólo compramos productos alimenticios que llenan la barriga pero que no nos aportan absolutamente nada más que una billetera vacía junto con una alacena llena, pero de porquería.

[En mi humilde opinión:

No nos han desterrado de puro milagro; seguramente, porque le caemos bien a Dios. O, tal vez porque así se ha ordenado energéticamente… porque otra explicación “lógica” yo no he encontrado para que todos nosotros los asesinos herejes de la madre naturaleza (que nos parió…) sigamos viviendo en la tierra. Estamos viviendo, pero de puro milagro.]

Somos los peores inquilinos, residentes o ciudadanos que han existido a través de los tiempos –Tomando en cuenta también las eras glaciares y las previas extinciones humanas.- ¡Qué barbaridad!

Si antes de la existencia de Cristo, hubiera existido el Internet; Alejandro Magno hubiera conseguido la conquista de todos los territorios existentes en esa época utilizando el mapa global transmitido vía satélite y su linaje seguiría siendo el emporio que probablemente estuviera gobernando las civilizaciones del planeta actual 《pero no》. La manera de pensar de la población sería distinta y, el orden social también sería distinto. El actuar del sapiens, sería inimaginable para la mente científica y atea. No estaríamos llenos de Dioses y ninguno de nosotros nos creyéramos Hércules; no tendríamos la necesidad de querer ir a nuestra verdadera casa; con nuestra verdadera familia y utilizar nuestros verdaderos poderes. Estaríamos odiando la vida terrenal y todo lo que trajera de ella porque conoceríamos la divina.

“Si el Internet hubiera ocurrido en la época de Cristo; probablemente él hubiera utilizado tik-tok para transmitir los mandamientos de su padre. Judas hubiera hecho un “en vivo” a mitad del recorrido agónico de su pastor y finalmente: La mortalidad de Jesús no hubiera sido cuestionada en esos ni en estos tiempos por las pruebas tangibles y, numéricamente comprobables 《pero no》.

Afortunadamente (o desafortunadamente) el Internet llegó después. Llegó cuando tuvo que llegar. A mentes capaces de soportarlo, de entenderlo y  sobretodo capaces de sacarle provecho. ¿De lo bueno? De… ¿Lo malo? (Deep Web, Secretos de Estado, Criptas enterradas) ¿No que la información es veraz, accesible y finita? 


Ciertamente el internet no puede ser ni bueno ni malo: simplemente es nuevo; es la nueva era digital; el control de las mentes a través de las nubes (y no las del cielo) y del acceso a la información pero controlada para que el poder del rumbo y el destino de la humanidad dependan de una alta o baja conexión  del satélite. 

Cuando el 5% de la maldad que ocurre digitalmente traspasa a la realidad mental ocurren problemas caóticamente salvajes y falsamente instintivos. La poca o nula consciencia humana que se tiene por la (de nuevo) mediocridad es inducida por el poder de la corrupción abrazada en el nepotismo de los altos mandos. ¡Sí! Existen acontecimientos terroristas contra el ser humano, pero ocurren por parte del mismo ser humano. Lastimosamente se aprovecha el conocimiento del poder y la accesibilidad de información que actualmente se goza para mal; en lugar de hacer las cosas bien porque los ignorantes en espíritu; se defienden y se cuidan entre ellos para que se sigan reproduciendo y no cedan jamás. La poca o nula consciencia que la población tiene llega por la mediocridad impuesta y algunas veces por la inocencia del desconocimiento a causa de la selectividad de la información que es puesta por algunos y, “libremente” escogida por todos los restantes. El corrupto genera fatales consecuencias hacia nuestro hogar, porque creé que tiene el privilegio de elegir la educación y el nivel “cultural” de su pueblo. Hacen creer que son dueños de nosotros, porque en un pedazo de papel “legalmente llenado” así lo dice. Pero ese papel ha sido creado imaginariamente, -creado por la misma mente humana que le ha dado nombres a las cosas- y, porque las escrituras en papel y tinta del orden humano así lo dicen.

Imaginemos lo siguiente: ¿Capitalismo; Socialismo; Santa Inquisición; Revolución Industrial? Todo encaja y todo puede relacionarse entre sí. ¿Lo ves? O yo soy el único con el caos mental calificado para percibirlo (no lo creo). La ideología Nazi y el Internet han ido dando sus pasos juntos aunque hayan ocurrido con años de distancia entre sí y, nadie se ha percatado de ello porque así se ha querido. La revolución generada por la tecnología y el fácil acceso a la información ha revolucionado la humanidad pero metafísicamente hablando; se está convirtiendo en un caos destructivo en lugar de un caos evolutivo (al igual que la destrucción humana por distintas maneras de pensar y distintas formas de creencias). Las energías destinadas a la evolución de la vida están siendo reprogramadas por maléficos clanes y a nosotros, no nos basta con recibir; necesitamos aprender a seleccionar la nueva actualización humana y también aprender a manejar lo que entra en nuestra mente y lo que forja nuestro salvajismo, caos e instinto moderno. No debe de haber rezago, porque al final; el rezagado le paga al que supuestamente ha llegado primero.

Pero, gracias a Dios: el Internet llegó a generaciones cansadas de injusticias, a mentes cansadas de mediocridad y cansadas de tener problemas de identidad impuestas. El Internet llegó en la época de las mentes que buscan la igualdad, la paz y la armonía entre las sociedades. Se nos premió con el Internet pero, se nos sigue olvidando nuestro hogar, el hogar quien nos da alimento y sustento. El hogar al cual seguimos saqueando por saquear y matando por matar. Nos identificamos cada vez más con nosotros mismos, pero cada vez menos con el sentido de presencia terrenal que nos une como especie humana (o como especie viva). 

Seamos divinos o no; creamos en dioses o no; lo cierto es que todos vivimos bajo el mismo techo: tenemos Internet y algunas mentes divinamente privilegiadas caminan entre nosotros pero todos los animales que nos rodean nos temen. Ellos siguen siendo salvajes, instintivos y caóticos (así como nosotros lo fuimos al principio y, en esencia seguiremos siendo) pero, nos siguen temiendo. ¿Por qué? Porque saben que los mataremos, sólo por matar. 

Si nosotros somos superpoderosos; si nos creemos creadores de todo lo existido ¿Por qué estamos siendo los causantes de nuestra propia extinción? ¡Sí! Les hemos ganado la carrera a todos los competidores de la vida existente O, al menos eso es lo que creemos. Pero lo cierto es que la carrera nunca se acaba y el árbitro nos echará del juego más rápido de lo que nos tardamos en calentar los músculos para evitar lesiones fisiológicamente comprobadas. Seremos desechos tan rápido y sin explicación tal cual como fuimos creados y la vida seguirá, pero sin nosotros, para que después la carrera comience de nuevo. Pero la siguiente vez: con buenos competidores, no con la charlatanería de atletas que abundan hoy en día.

Si me preguntas, deberíamos de regresar a lo cavernícola y a lo desconocido porque así funcionó por miles de años para nuestros antepasados. Deberíamos regresar a lo caótico que puede ser el desconocimiento y a lo instintivo del alma y del espíritu de los primeros pobladores humanos. Deberíamos de regresar a lo salvaje del ser en una compañía social sin nombres, ni etiquetas, ni creaciones.

Deberíamos de dejar de lado las pendejadas sin sentido, sin atribuciones, con autores baratos y poco confiables.

La evolución que hemos sufrido con el acceso a la información y con el método científico nos ha transportado a otra dimensión de la cual es muy difícil salir y el final será solamente nuestro final: el final de la era del ser pensante; lógico y matemáticamente racional. Actualmente nadie nos quiere decir que la información de libre acceso y de dominio público tiene dueños y esos dueños le han vendido el alma al dinero (creado por el mismo protagonista de la nueva extinción). La confianza que cada persona le deposita a esa información es vital para el curso de poblaciones enteras y el curso se ha ido estableciendo a pura tinta y papel. Extensos territorios se han modificado completamente en estructura,  en funcionamiento y administración con sólo poseer la información que pasará a través de las mentes que la verán y liberarla en los tiempos adecuados y oportunamente planeados. Creemos (tercamente) que somos libres cuando entramos a navegar. Sin embargo, los tiempos modernos han cambiado y los algoritmos creados de tal manera que, los últimos cincuenta años, la evolución de la especie se ha ido ganando el catastrófico final que ahora vivimos. La sociedad se ha transformado tanto que, es necesario regresar al principio de los tiempos y quedarnos refugiados ahí. Cuando no existía nada más que lo que había en frente de nosotros, el humano trascendía y perseveraba. Ahora para poder perseverar y trascender sólo se tiene que conectar el cuerpo, el alma, el espíritu y toda la infinita información atrapada en nubes digitales (buena suerte con eso). 

El privilegio del querer ver más allá de la nariz y de los ojos ha traído más rezago que evolución humana. 

Yo sí le creo a la ciencia y a la tecnología. Pero, le creo más a mi intuición primitiva, a mi corazón salvaje y al caos mental que tengo en mi bóveda craneal puesta por Dios hacia los primeros pobladores y revelada por Dios hacia mí, a través de las mentes de los primeros pobladores. Porque me gusta más mi visión de las cosas que la de muchos otros nuevos pobladores que llevan al mando poco tiempo. Llámenme rebelde o irreverente, (Anunnaki) si así lo prefieren (ustedes ateos). Porque mi realidad y mi visión; es mejor que la de ellos y también es de libre y fácil acceso. ¿CIERTO? 

No te conozco, pero me conozco a mí. Y, si eres como yo, entonces: ya te conocía. Por lo tanto eres bienvenido a mi casa y mi sociedad; que es la casa y la sociedad de Dios. ¡BIENVENIDO!

 

<<Amemos a todo el que nos rodea y a todo lo que genera vida. Solo así las muertes sabrán menos a muerte: tendrán sabor a vida. Porque, serán vida. Porque no matarás sólo por matar, será para saciar.

Así, el caos será caóticamente equilibrado y el reinado seguirá floreciendo hasta la eternidad. Porque el ser humano no es inmortal; pero la vida y la muerte dentro de ella, si lo será>>


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