Gracias, Sr West.
Casi media noche, penthouse del Sr West...
-Buenas noches. Gracias por recibirme.
-Dígame… ¿Cuál es
la urgencia de venir a verme?
-He venido con usted porque creo
que es el único que me puede ayudar. Tengo entendido que usted es
inversionista. ¿Es cierto?
-¡Sí! A la media noche, invertir se convierte en mi hora favorita del día, invertir es lo que hago por excelencia.
-Perfecto, ¡He venido aquí, porque quiero que invierta conmigo! Sr West.
-A ver, siéntese y comience a describir el negocio que
tiene en mente. Dígame algo... ¿Ya está funcionando? ¿Es un nuevo proyecto?
-No Sr West, yo no he venido a hablarle de negocios.Yo lo que tengo es un castillo y quiero que usted invierta en el castillo.
(El Sr West le da la espalda y continúa…)
-Yo invierto en negocios empresariales, negocios que me van a dar algo de ganancia, yo no invierto en castillos. Llevas
cuatro minutos perdiendo mi tiempo, hay más gente afuera esperando su turno, te queda sólo un minuto conmigo, ¡Aprovéchalo bien! ¿Un castillo?
-Sr West, ¡Quiero que invierta en un castillo! El inmueble es inmenso y cuando llega el atardecer es fantástico el panorama que entrega, a mi parecer es un gran castillo. Él está funcionando,
lleva mucho tiempo funcionando.
-Si ya funciona, ¿Para qué necesitas mi inversión? ¿Cuánto pides?
-Sr West, el castillo funciona, pero hasta ahora no ha funcionado como debería. El castillo no funciona en máximas condiciones. Necesito a alguien que invierta en mi castillo y ese alguien es usted, señor.
-¿Quiero invertir en un castillo que funciona? ¿Invertir en un castillo de ladrillo? ¿Histórico? ¿Un castillo embrujado? ¿Con
una princesa?¿Cómo es ese castillo?
-El castillo, pues, el castillo es como lo dibujan las historietas medievales. Lo importante de ese castillo no es su estructura; lo importante es que ese castillo es mío. No hay castillos cerca de su pueblo pero el mío podía estarlo.
- ¡No! No invertiré en un castillo.
- ¡No! No invertiré en un castillo.
(El Sr West comienza a reír y el sujeto decide levantarse de la silla, localizar la puerta de salida y dirigirse hacia ella).
- ¡No seas maricón! ¡Apenas hemos comenzado! Anda, regresa, vuelve a tomar asiento.
(Antes de que el sujeto salga de la habitación el Sr West replicó).
(Antes de que el sujeto salga de la habitación el Sr West replicó).
-¿Va a invertir en mi castillo, Sr West?
-¡Hombre! Ni si quiera sé porque quieres jugarte el
pellejo por un castillo. Dame la cantidad total... ¡Suéltala!
-Necesito 9 millones de murlekas.
-¿Nueve millones de murlekas? ¡Te has quebrado la cabeza!
¡Loco! Ven, vamos hacia la ventana, quiero que observes algo.
Frente a la fentana, los dos comenzaron a admirar la noche y a las luces provenientes de la ciudad. El Sr West apunta
con el dedo al horizonte y continuó...
-¿Cuántas luces alcanzas a ver?
-No podría contarlas, Sr West. Probablemente se iría toda la noche y aun así no estoy seguro de terminar el conteo.
-Todos esos puntos
de luz me pertenecen. Las luces que no ves debido a la distancia en la que se encuentran también me pertenecen. Todo este
territorio, es mío. No hay persona sobre este territorio que tenga 4 millones
de murlekas en su poder. Tú vienes aquí pidiendo 9, si negocio, sin empresa. ¿Por qué querrías 9 millones de murlekas?
-Nadie de ellos tiene 4 millones de murlekas, pero las
quieren Sr West. Así como yo no tengo 9 millones de murlekas pero las necesito.
-Según tú, ¿Para que las quisieran?
-No lo sé.
-¿Para qué necesitas 9 millones?
-Yo necesito 9 millones porque yo tengo un castillo, Sr West. Para que mi castillo pueda funcionar en las mejores condiciones posibles. Para que mi castillo tenga las más nuevas actualizaciones. Quiero que mi castillo de ser un simple castillo y se pueda convertir en algo más allá de eso.
Quiero que al caer la noche, mi castillo se convierta en lo que yo quiera, en lo que yo le pida y nueve millones de murlekas harán el trabajo. Ninguno de aquellas luces tiene cuatro, por esa razón yo estoy aquí y no allá. Usted es el único que trae 15 millones en cada bolsillo.
-¿Cuánto castillo obtendré a cambio?
-No le va a tocar nada, Sr West. Ni una sola parte le voy a dar. La inversión no incluye habitaciones, ningún árbol, nada de muebles. Ese castillo es mío.
Los castillos no se deben de compartir. Bueno, sólo con una princesa. Sinceramente, usted no es mi tipo Sr West.
Los castillos no se deben de compartir. Bueno, sólo con una princesa. Sinceramente, usted no es mi tipo Sr West.
-Ahora si puedes irte: no voy a soltar 9 pavones para alguien que no conozco. No voy a soltar 9 pavones para un "castillo" del cual no voy a ser dueño de nada.
-Sr West, usted no va a invertir en un castillo, es mejor pensar que está haciendo una inversión con la persona que tiene un castillo. ¿Usted había conocido a alguien que tuviera un castillo?
-No.
-Si yo salgo con nueve millones por esa puerta, usted va a llegar a su casa con un amigo nuevo. Ahora ya conocerá a alguien que tiene un castillo.
-No.
-Si yo salgo con nueve millones por esa puerta, usted va a llegar a su casa con un amigo nuevo. Ahora ya conocerá a alguien que tiene un castillo.
-¡Tienes un castillo! ¡Tienes un
castillo que no funciona! Por el otro lado, yo tengo 9 millones que le caerán de puta madre a tu
castillo y si no voy a ser dueño de ese castillo, ¿Cómo me vas a regresar los
pavos?
-Sencillo: usted quiere los 9 millones de murlekas o un castillo, Sr
West.
-Un castillo.
-Deme los 9 millones y si la
próxima vez que lo vea usted no tiene un castillo, le devolveré su dinero multiplicado por tres para que se pueda
comprar uno, así como el mío o incluso mejor.
-¡Que va! No es la primera vez que me quieren tomar el
pelo. ¿Acaso crees que soy estúpido?
-Sr West. Son sólo negocios; usted me entrega 9 pavones y yo le entrego un castillo.
¡Simple!
El Sr West se dirige a su escritorio, abre el cajón superior y firma un cheque. Posterior a ello, regresa con el sujeto y le entrega un pedazo de papel.
-Supongo que a estas alturas, saber tu nombre está de
más.
-Al portador, Sr West.
El sujeto toma el cheque, lo coloca en el bolsillo
derecho de su saco y estrecha la mano del Sr West para despedirse.
-Gracias Sr West.
Se va...
Se va...
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